Así vivimos la pandemia y esto es lo que hemos aprendido
Lo que hemos aprendido de nuestros clientes durante los últimos años, es que no entienden lo online como una rama más de su negocio físico o incluso digital. Sino como un “gasto”. Así de inmerecidamente mandan nuestras facturas cada mes, a una partida que les resulta atractiva, pero que no acaban de entender como imprescindible.
Esto es un tema cultural, no depende de lo bien o lo mal que hagamos nuestro trabajo o de con qué empeño lo expliquemos. Depende del momento vital que vive el empresario y de qué interés genuino muestra por lo que hacemos.
El avance de esta percepción de las empresas por lo online, ha tenido una evolución curiosa. La publicidad en redes sociales ha pasado de ser el extraterrestre del que nadie habla el idioma, a la piedra filosofal de cualquier negocio. Y esto se ha visto profundamente favorecido por la pandemia.
En nuestra primera semana de encierro perdimos 7 clientes. Del tirón. Sin tiritas. Es la reacción más lógica, a mi también me pasa. Cuando veo que el beneficio flaquea, congelo los “gastos”. Pero, ¡ay amigo! Lo nuestro no es un “gasto” cualquiera. A medida que pasaban los días y el gobierno extendía el estado de alarma, nuestros clientes empezaron a darse cuenta de que los canales sociales eran los únicos que tenían vivos y operativos. Hemos tenido clientes dedicados a la venta de inmuebles para extranjeros que han tenido todas sus oficinas comerciales cerradas y a los que los únicos leads que les llegaban era gracias a nuestro trabajo en sus redes sociales.
Un claro ejemplo lo hemos vivido también con los restaurantes, una vez que se permitió que volvieran a abrir sus puertas, se preguntaron: ¿Y ahora cómo va a saber la gente que estamos abiertos a no ser que pasen por delante de nuestro local?. Un post de Instagram patrocinado con 5€ te resuelve la papeleta. Pero si el camino de lo social, no lo tienes abierto, se te hace un mundo.
Los perfiles de empresas en redes sociales no solo se crean, sino que se optimizan casi a diario. Es un trabajo de chinos pero tremendamente efectivo. Se combinan con publicaciones coherentes y de calidad. Y por último, se aderezan con publicidad. Esa es la clave para que el engranaje funcione.
Si hablamos de costes, te pongo un ejemplo que le decía a un amigo mío el otro día: “Pepe, con un post patrocinado con 5€ en Facebook te doy un alcance (visibilidad) de 1.400 personas. Dime tú qué día de la semana tienes tú a 1.400 personas que pasen por delante de tu negocio.”
Gestiona tus recursos. Antes de contratar a un comercial, estudia un presupuesto de publicidad online. Te garantizo que se tratará de una inversión menor de la que tenías contemplada, con muchos muchos más resultados.
Después de perder los 7 clientes en la primera semana, 4 volvieron. Y 4 nuevos llegaron. Así que salimos de la cuarentena en números positivos. Porque este encierro nos ha ayudado a entender cómo y por qué el futuro es online. No sabéis con la ilusión con la que mandamos a nuestros clientes los nombres, mails y números de teléfono de personas interesadas en recibir más información de los productos/servicios que venden nuestros clientes. Todo ello gracias a nuestras estrategias en redes sociales.
Esto cobra un valor especial cuando vives en un país con una crisis económica inminente y un estado de alerta sanitaria. Cada granito cuenta, y nosotras hemos sentido que nuestro servicio ha cobrado valor gracias a esta situación tan desafortunada.
El coronavirus ha sido y está siendo un desastre mundial, pero como somos de buscarle el lado positivo a todo, os diré que nos ha ayudado a entender el teletrabajo más que nunca, la conciliación y el valor de las redes sociales (aunque esto último ya lo sabíamos); entre otras muchas cosas.
Marketing en redes sociales VS coronavirus
Esperanza Olea
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